viernes, 29 de abril de 2022

El 1° de Mayo en la Argentina

 

El 1º de mayo de 1886 comenzó en Chicago un movimiento en reclamo de las ocho horas de trabajo. La manifestación fue brutalmente reprimida y terminó con la ejecución de cuatro trabajadores anarquistas, ahorcados tras un proceso irregular el 11 de noviembre de 1887. En 1889, la Segunda Internacional decidió instituir el Primero de Mayo como jornada de lucha para perpetuar la memoria de los trabajadores que murieron luchando por una jornada de ocho horas. En el país, la primera conmemoración tuvo lugar el 1º de mayo de 1890. 

Hace poco más de cien años, las fábricas eran centros de trabajo en los cuales trabajaban por igual hombres, mujeres, ancianos y niños, con jornadas de más de 12 horas diarias. Esta extenuante jornada laboral no daba opción a las personas de recuperarse, descansar ni disfrutar de tiempo de ocio.

Mucho tuvieron que luchar los trabajadores durante años para conseguir establecer la jornada laboral de ocho horas, incluso a costa de sus propias vidas. Actualmente, el Día de los Trabajadores se ha convertido en una efemérides festiva, pero no hay que olvidar que esta fecha rinde homenaje a aquellos que lucharon por una vida digna para todos los trabajadores y trabajadoras.

Origen del Día Internacional de los Trabajadores

Los orígenes del Día Internacional de los Trabajadores se remontan al año 1886, en Estados Unidos. En esa época los trabajadores iniciaron una lucha para reducir la jornada laboral a 8 horas. El único límite que existía era el no hacer trabajar a una persona más de 18 horas sin causa justificada y la consecuencia era una multa de 25 dólares.

El sindicato mayoritario inició una huelga ,a partir del 1 de mayo de 1886. En Chicago, los enfrentamientos entre la policía y los trabajadores fueron especialmente duros y sangrientos.

Tras varios días de huelga, el 4 de mayo se convocó una concentración en la plaza de Haymarket, con una tensión creciente. Ese día un artefacto explotó en la plaza, resultando muerto un policía. Hubo muchos detenidos, de los cuáles cinco de ellos fueron condenados a la horca: tres periodistas, un tipógrafo y un carpintero. Se les conoce como "los mártires de Chicago".

En honor a la lucha por la jornada laboral de 8 horas y en memoria de los trabajadores de Haymarket, el 1 de mayo se celebra el Día Internacional de los Trabajadores.

Logros obtenidos por los trabajadores

En la lucha por sus reivindicaciones laborales, los trabajadores han logrado derechos y beneficios contractuales que han sido reconocidos por la legislación en materia laboral, contemplados en contratos y convenios colectivos de trabajo. A continuación mencionamos algunos de ellos:

  • Reducción de la jornada laboral a 8 horas.
  • Seguridad Social para los trabajadores: Seguro contra Enfermedades, Accidentes de Trabajo, Invalidez y Vejez.
  • Igualdad salarial.
  • Derecho al salario mínimo.
  • Disfrute de vacaciones.
  • Bonificaciones.
  • Pago de días festivos.
  • Derecho a la Asociación Sindical.
  • Derecho a la huelga.

Organización Internacional del Trabajo

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) es una agencia tripartita de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que reúne a gobiernos, empleadores y trabajadores de 187 estados miembros.

Fue creada en el año 1919, como parte del Tratado de Versalles que terminó con la Primera Guerra Mundial, reflejando la convicción de que la justicia social es esencial para alcanzar una paz universal y permanente.

Entre los principales objetivos de este organismo se destacan la promoción de los derechos laborales, fomentar oportunidades de trabajo, formular políticas y elaborar programas que promuevan el trabajo decente de hombres y mujeres. Asimismo, estimular el mejoramiento de la protección social de los trabajadores y fortalecer el diálogo, en el abordaje de temas relacionados con el trabajo.


Ver "Efemérides: Día del Trabajador (1 de mayo) - Canal Encuentro" 



Ver "La asombrosa excursión de Zamba Derecho de los trabajadores"







martes, 26 de abril de 2022

Mitos Griegos "La tierra ya esta hecha" Adaptación de Cristina Gudiño Kieffer


En aquel mundo, el Cielo y la Tierra estaban bien revueltos y mezcladitos.
Como no había luz, no se veía nada.



Y tampoco se podía caminar muy bien, porque las montañas se interponían a cada momento.

Y los arroyos jugueteaban caprichosamente por donde se les ocurría.

Mientras todo era así, o sea mientras el Caos reinaba, nadie estaba cómodo. Y menos la Naturaleza, que era el orden en persona.



Ella, que siempre soñaba cosas lindas, no podía ver nada que estuviera en desorden.

Soñaba que el Sol se levantaba y se acostaba temprano, que los peces se quedaban en el agua haciendo burbujas, y que el aire se ponía bien transparente y fresquito.

¡Pero todo era un sueño!

Y por eso, porque el Caos era desordenado y desprolijo y porque la Naturaleza era ordenada y limpia, siempre estaban peleándose.



–¡Un lugar para cada cosa! ¡Y cada cosa en su lugar! –chillaba la Naturaleza.

–¡Déjame tranquilo! ¡Soy desordenado porque me gusta y no me importa nada de nada! –le contestaba el Caos, gritando.

–¡Cabeza dura!

Pero la Naturaleza estaba cansada, realmente cansada.

– ¡Voy a poner orden en este mundo! –gritó–. ¡Y se acabarán para siempre los líos!



Como sabía que el Caos era muy poderoso y muy fuerte, fue a pedir ayuda a los gigantes, que estaban siempre juntos.

No porque se quisieran demasiado, sino porque así era más cómodo.

Como “gigantes” les parecía una palabra muy vulgar, se hacían llamar Titanes. Y así se sentían más importantes.



La Naturaleza golpeó en la puerta y los gigantes corrieron a abrir.

Cuando vieron que era ella se pusieron muy contentos, contentísimos, porque casi todo el mundo les tenía miedo y nadie los visitaba.

–¡Qué suerte que viniste! –gritaron.



Y salieron los tres en busca del Caos, dispuestos a destronarlo.

Cuando llegaron al reino del Caos, el mal olor, la oscuridad y el alboroto los hicieron tambalear.

Empezaron a trabajar, aprovechando que el Caos estaba dormido.

Los tres empezaron a removerlo todo, y no dejaron de estornudar ni un instante de tanto polvo que levantaron y de tantas cosas que iban cambiando de un lugar a otro.

Enchufaron el Sol, que bien instalado dio muchísima luz durante el día.

Colgaron las estrellas y la Luna, para que se diviertan iluminando la noche, que es tan negra.

–¡Queda mucho más lindo que en mis sueños! –suspiraba la Naturaleza, pasando el plumero por el mundo, limpito ya y ordenado.

Terminaron a tiempo. Pues, cuando acababan de encender la última estrellita en lo más alto del Cielo, un enorme bostezo los sobresaltó.

Era el Caos, que se despertaba.

Abrió un ojo y lo cerró, porque no pudo creer lo que veía.

Para convencerse, tuvo que abrir los dos.

¡El espectáculo era tan sorprendente!






En lo alto del Cielo, como un verdadero rey, estaba el Sol.

El mar era azul, y toda el agua de los ríos se volcaba en él.

El aire estaba por todas partes, refrescando las plantas, que crecían lozanas. Los pajaritos cantaban y una nube de mariposas se puso a dar vueltas alrededor de la cabeza del Caos, que abría la boca de puro asombro.

–¿Qué significa esto? –consiguió rugir finalmente.

–¡Significa que las cosas son como deben ser! –dijo la
Naturaleza, tomando la palabra.

–¡El mundo está muy feo! –gritó el Caos–. ¡No hay viento mezclado con lluvia y fuego, ni oscuridad mezclada con luz, ni ruido, ni alboroto por ninguna parte!

–¡Eso es lo feo! –le replicó la Naturaleza–. ¡El mundo está ordenado ahora y eso significa que has sido vencido!

El Caos no tuvo más remedio que aceptar su derrota.
Pidió la jubilación enseguida, pero aún la está tramitando. Y mientras la espera, duerme en el fondo de un volcán apagado.

Sin que ya casi nadie se acuerde de él.


La Naturaleza y los Titanes siguieron perfeccionando su obra.

Mientras aquella se dedicaba a retocar los últimos detalles, a Epimeteo se le ocurrió dar a cada animal una virtud diferente.

Y Prometeo, por su parte, decidió dar una sorpresa a sus amigos y compañeros de trabajo. Una gran sorpresa.

Los animales formaban fila delante de Epimeteo.

Desde el inmenso elefante hasta el pequeño ciempiés, todos estaban allí. Y Epimeteo les daba a cada uno un regalito.





Al tigre la fiereza, que le quedaba muy bien, con su piel a rayas amarillas y negras.

A la araña la paciencia, para tejer aquella tela suya, tan fina y delicada.

Al picaflor la belleza, para que todos lo miraran y pensaran que era como una flor que vuela.

Al ciempiés la constancia, para que se acostumbrara a pasear con todas, todas sus patitas, que eran tantísimas.

Al elefante le otorgó las grandes orejas, para que se abanicara, porque tenía que vivir en regiones calurosas.

Al canguro una bolsita, donde acunar a sus hijitos.

Al perro fidelidad.

Al gato elasticidad.

Al murciélago alitas de paraguas.


Para todos, absolutamente para todos, un regalo particular.

Y cuando se le habían terminado los regalos, llegó Prometeo con la sorpresa.

¡Pero qué sorpresa!

Porque había inventado algo genial: ¡EL HOMBRE!



No se parecía a ningún animal conocido. ¡No tenía cuatro patas, ni piel cubierta de pelos, ni colmillos feroces!

Pero tenía, en cambio, la cabeza alta y dos ojos luminosos para mirar a lo lejos y a lo alto, para mirar al Cielo.

Y una enorme inteligencia, que lo hacía más fuerte que cualquier animal que hubiera en el mundo.

Y todos celebraron el invento y aplaudieron al inventor.

Pero la que más contenta se puso con la sorpresa de Prometeo fue la Naturaleza, porque desde aquel mismo día el Hombre colaboró con ella para que el Caos no volviera a molestar nunca más.

FIN





jueves, 21 de abril de 2022

Cuento: Los planetas Elfos Autora: Graciela Repún

 Me gusta pedirle a mi abuelo que me cuente historias del Gran Intercambio Espacial, cuando los hombres exploraban los recién descubiertos planetas Elfos. Mi abuelo siempre empieza recordando que no fue nada fácil. Que los primeros enviados no sabían con qué iban a encontrarse y que la adaptación fue terrible.


En algunos planetas el tema era el peso. Al llegar, uno se sentía más pesado o más liviano de lo habitual y era difícil acostumbrarse al cambio.

En otros, el problema era que los planetas nuevos se parecían demasiado a la Tierra, pero se diferenciaban en detalles y eso los hacía terribles. El suelo podía verse engañosamente firme pero al pisarlo se hundía. El agua podía parecer líquida pero era sólida y, a veces, invisible. Había zonas con pasto a lunares y las vacas, iguales a las de la Tierra, se lo comían. Y cielos con seis lunas o colores exóticos, inquietantes.

Todo parecía un sueño, una pesadilla.

Para muchos exploradores, fue espeluznante descubrir algo que ningún científico había calculado: la falta de olores familiares. Había planetas que ni siquiera tenían un olor y los primeros colonizadores comenzaron a enfermar de nostalgia.

Mi abuelo dice que extrañaban las tonterías. Hasta los mosquitos, o el tráfico.

La colonización habría sido un fracaso sino hubiera existido la Fuerza Interespacial de Narradores de Cuentos. ¿Y quién la comandaba? Mi abuelo.

La Fuerza inventó mitos para los ocho planetas Elfos.

Así, todos empezaron a oír historias de cómo el Elfo I, el de las manchas negras, era en realidad la pelota de fútbol de un niño gigante.

Del Elfo II, un anillo gaseoso, dijeron que era la letra O en el alfabeto del Universo. ¡Esa siempre me encanta y está en todos los libros de mitos del Espacio! Las más ingeniosas son la del huevo en la cocina del tiempo, para el planeta blanco de forma ovoidal, y la de la “Bola de adivino” para el Elfo VII, que es como de hielo.

También se esmeraron con el origen de las lunas, que pasaron a ser los lunares de una bruja y las perlas del collar de la diosa Tierra.

Siempre le pido a mi abuelo que me cuente cómo inventaron las leyendas de las rocas, montañas y lagos.

“La leyenda del tazón del rey”, que se les cuenta en Elfo III a los turistas, surgió una roca con forma de taza. “La huella de Buda” en Elfo VIII, de una hendidura enorme que parece la marca que dejó un pie.

Mi abuelo dice que ellos inventaron estas cosas porque los lugares con historia te atrapan dentro de ellos. Yo no sé. Sé que fue lindo que también pusieran de protagonistas de leyendas a dos personas o bandas enfrentadas, y que les hicieran vivir trabajosas batallas que les sacaban las ganas de pelear de verdad. Y que la Fuerza también creó mitos sobre Súper-amistades y Amores Eternos, porque tuve que estudiar varias de esas historias, y siempre me emocionaron.

Cuando yo nací, esos mitos hacía mucho que existían. Para mí fue fácil creerlos. Pero, en la época en que los inventaron, la Fuerza tuvo que repetirlos hasta que diera la impresión de que esas cosas habían pasado alguna vez, habían sido reales.

Ahora, está prohibido hacer eso y lo entiendo porque a mí no me gustaría que me cuenten diez mil veces algo para que lo crea, si no es cierto. Pero mi abuelo dice que no había mala intención, y los cuentos eran lindos…No sé…

De todos modos, a mí la parte de la historia de mi abuelo que me gusta más es otra.

Fue cuando él llegó de visita al único planeta Elfo habitado. Planeta en que, como todos saben, viven las mujeres que tienen cuello de jirafa, tres ojos, y que saben hablar con la mirada. Por si esto lo lee alguien de otro universo, plano o tiempo histórico, esas mujeres son muy amables. Cuando piensan algo malo, para no ser bruscas, cierran un ojo y disimulan la verdad. Por ejemplo, mirando sólo dos de sus ojos uno puede leer “Que notable” sin nunca saber que en el tercer ojo dice “tonto”… Y no enterarse nunca del “Que notable tonto” escondido tras un párpado.

Mi abuelo siempre me cuenta que no pasó mucho tiempo en ese planeta sin que se enamorara locamente de una de las mujeres de cuello de jirafa y tres ojos. Pero sus superiores le exigieron que partiera enseguida del planeta, y jugándose por entero, le preguntó a la mujer que amaba:

—¿Te casarías conmigo y me acompañarías en mi nueva misión? ¿O tendremos que separarnos?

En el segundo ojo mi abuelo leyó “nos”, y en el tercero, “separaremos”.

Sólo cuando su enamorada levantó el primer párpado, mi abuelo vio que decía “nunca” y supo que esa frase: “Nunca nos separaremos” cambiaría su vida.

Pero los Superiores no le dieron tiempo para celebrar su boda. Mi abuelo era necesario en los planetas donde la gente extrañaba la Tierra y recibió la orden de partir sin demora.

Mi abuelo se fue solo, triste y enamorado. A llegar al Elfo VI trató de cumplir con su misión pero no pudo dejar de contarles, a los que quisieran escucharlo, sobre el amor y la novia que lo esperaban en otro planeta.

De esa forma, por única vez, provocó lo contrario de lo que siempre lograba. Hizo que los colonos sintieran un gran desarraigo y quisieran volver a sus planetas, porque extrañaban mujeres lejanas y novias perdidas.

Rápidamente, los jefes intervinieron. Mi abuelo pudo casarse. De esa unión nacieron mi papá y mis tíos, y de la misma rama, mucho después, nací yo.

Aquí termina la historia de mi abuelo. A él le gusta contármela de nuevo y a mí, escucharla una y otra vez. Cuando concluye, suele preguntarme:

—¿Y? ¿Qué te pareció?

Y yo sin hablar le contesto: “Me gustó”, pero hago un poco de suspenso antes de abrir mi tercer ojo y de que mi abuelo pueda ver que la respuesta a su pregunta es, invariablemente: “Me gustó muchísimo"
FIN

miércoles, 20 de abril de 2022

Día Internacional de la Madre Tierra 22 de abril

Cuidar a nuestra Madre Tierra

La Madre Tierra claramente nos pide que actuemos. Los océanos se llenan de plásticos y se vuelven más ácidos. El calor extremo, los incendios forestales, las inundaciones y otros eventos climáticos han afectado a millones de personas. Aún a día de hoy nos enfrentamos al COVID -19, una pandemia sanitaria mundial con una fuerte relación con la salud de nuestro ecosistema. 

El cambio climático, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así como los crímenes que perturban la biodiversidad, como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden acelerar el ritmo de destrucción del planeta.

Este día de la Madre Tierra es el primero que se celebra dentro del Decenio de la ONU para la Restauración de Ecosistemas. Los ecosistemas sustentan todas las formas de vida de la Tierra. De la salud de nuestros ecosistemas depende directamente la salud de nuestro planeta y sus habitantes. Restaurar aquellos que están dañados ayudará a acabar con la pobreza, a combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva. Pero sólo lo conseguiremos si todo el mundo pone de su parte.

Recordemos hoy más que nunca en este Día Internacional de la Madre Tierra que necesitamos un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta. 




Ver "Efemérides: Día Mundial de la Tierra (22 de abril) - Canal Encuentro"




Ver "22 DE ABRIL - DÍA DE LA TIERRA. OTRO PLANETA ES POSIBLE | NATIONAL GEOGRAPHIC ESPAÑA"

 








lunes, 18 de abril de 2022

23 de abril se celebró en la Argentina y el mundo hispanohablante el Día del Idioma.

 


23 de abril se celebró en la Argentina y el mundo hispanohablante el Día del Idioma. En 1936, la Academia Argentina de Letras solicitó al Ministerio de Justicia e Instrucción Pública que se eligiera esta fecha, en que conmemoramos la muerte de Miguel de Cervantes, para celebrar el Día del Idioma.

      
Todos los 23 de abril se celebra el  Día Mundial del Idioma Español como conmemoración de la importancia del español como lengua internacional, que ya cuenta con más de 450 millones de hispanohablantes en el mundo. La fecha es en honor al escritor Miguel de Cervantes Saavedra, quien murió el 23 de abril del año 1616 y cuya novela El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha es considerada la obra cumbre de la lengua española.

      
En la misma fecha anual, en todo el mundo se celebra el  Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor, una conmemoración con el mismo sentido que el Día del Idioma. Tiene el particular objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. Creado por la UNESCO, es un día simbólico para la literatura mundial ya que en esa fecha en 1616 fallecieron Cervantes, Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega. La fecha también coincide con el nacimiento o la muerte de otros autores prominentes como Maurice Druon, Haldor K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla y Manuel Mejía Vallejo. Más información en la página de la UNESCO.

El origen argentino del Día del Idioma: una propuesta de la AAL

      Como significativa contribución de la Academia Argentina de Letras al homenaje a la literatura y la lengua española, traemos a colación un artículo que don Raúl H. Castagnino escribió cuando era presidente de nuestra Institución, y que fue publicado en el Boletín N.° 247-248 correspondiente al año 1998.

      
En el artículo, titulado “Homenaje al habla de Castilla. Idioma de los argentinos”, Castagnino da a conocer los orígenes de la celebración del Día del Idioma y explica cómo nació de una propuesta de la Academia Argentina de Letras en 1938, que luego tuvo resonancia en España y adquirió trascendencia mundial.

      
Castagnino cuenta que en el año 1936, en sesión ordinaria del 1 de octubre, la AAL recibió y dio entrada a un proyecto del académico Gustavo Martínez Zuviría, en el cual proponía cambios de metodologías en la enseñanza escolar del idioma usado por los argentinos. Y en sus fundamentos al proyecto aparece, por primera vez en el mundo hispanoparlante, el sintagma “día del idioma”, cuando el autor reflexiona: “Considero indispensable que se cree el Día del Idioma y que su conmemoración tenga por principal escenario las escuelas y colegios de la República”.

      
La AAL solicitó entonces al Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, al Consejo Nacional de Educación y a los gobiernos o provincias, que “el 23 de abril de cada año —o el primer día lectivo si aquel fuese feriado— se recuerde la memoria de Cervantes en las clases de castellano y literatura de todos los establecimientos de enseñanza, como un homenaje al más grande de los novelistas y a nuestra hermosa lengua”. Con fecha 4 de noviembre de 1938 aparece la resolución ministerial que oficializa lo requerido por la AAL.

      
Cuarenta y cinco años después, en septiembre de 1981, en España se aprobaba una proposición para establecer la “Fiesta del idioma”, usando argumentos análogos a los oídos en la AAL casi medio siglo antes y sugiriendo para tal festividad la fecha 23 de abril, aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes.

      
Lea el  artículo completo de Castagnino, publicado en el Boletín de la Academia Argentina de Letras. Tomo LXIII, enero-junio de 1998, N.º 247-248 (1999).

Sobre el Día del Libro

      “Hay quienes no pueden imaginar un mundo sin pájaros; hay quienes no pueden imaginar un mundo sin agua; en lo que a mí se refiere, soy incapaz de imaginar un mundo sin libros. A lo largo de la historia el hombre ha soñado y forjado un sinfín de instrumentos. Ha creado la llave, una barrita de metal que permite que alguien penetre en un vasto palacio. Ha creado la espada y el arado, prolongaciones del brazo del hombre que los usa. Ha creado el telescopio, que le ha permitido indagar el alto firmamento. Ha creado el libro, que es una extensión secular de su imaginación y de su memoria”.
      
Jorge Luis Borges, en “Prefacio al Gran diccionario enciclopédico ilustrado”, publicado por la AAL en el Boletín de la Academia Argentina de Letras. Tomo LXXVII, mayo-agosto de 2012, N.º 321-322 (2013).



Ver:  Jorge Luis Borges - (La lluvia) -

"Canal Encuentro" 





miércoles, 13 de abril de 2022

Biografía: Gianni Rodari

Gianni Rodari nació en Omegna, Piamonte (Italia), el 23 de octubre de 1920. El padre, Giuseppe, era panadero y su madre, Maddalena Aricocchi trabajaba junto a su marido en el negocio. Desde su nacimiento Gianni fue confiado a una nodriza y al año siguiente nació su hermano menor, Cesare. Su padre murió en 1929 cuando Gianni tenía tan sólo nueve años de edad y el pequeño fue enviado a Gavirate a vivir con una tía. Dos años después, entró al seminario de San Pietro Martire, de Seveso, donde permaneció durante tres años. Luego, fue interno tres años más en Varese, en un pensionado, donde asistió al Istituto Magistrale y tomó lecciones de violín. En 1937 se graduó de maestro y al poco tiempo se inició como educador en casa de una familia de judíos alemanes exiliados de su país.

"Durante el invierno de 1937-38, recomendado por una maestra, esposa de un guardián municipal, fui contratado para enseñar italiano, en sus casas, a los hijos de algunos judíos alemanes que creían —lo creyeron por pocos meses— haber encontrado en Italia refugio contra las persecuciones raciales. Vivía con ellos en una chacra sobre las colinas que bordean el Lago Mayor. Trabajaba con los niños desde las siete hasta las diez de la mañana. El resto del día lo pasaba en los bosques, paseando y leyendo a Dostoievski."

En 1939, se matriculó en la Facultad de Lenguas de la Universidad Católica de Milán, pero no concluyó sus estudios. Estalló la guerra, por esa época Rodari se vinculó con el Partido Comunista Italiano y es a través de éste que inició su profesión de periodista. Sus primeros textos literarios aparecieron en L'Ordine Nuovo, (publicación que dirigía por encargo del partido) firmando con el seudónimo de "Francesco Aricocchi".

Desde 1947, Rodari escribió en L'Unitá de Milán (periódico del PCI), desde 1950 en elPionere y desde 1953 en la dirección de Avanguardia (semanario de la Federación Juvenil Comunista), desde 1956 otra vez en L'Unitá, desde 1958 en Paese Sera, periódico romano para el que trabajará hasta su muerte. En 1974 se incorporó a la dirección del mensual Il Giornale del Genitori.

Sus primeros textos para niños se remontan a 1948, en las páginas de L'Unitá, Vie Nuove y Noi Donne. Allí nacieron narraciones cortas humorísticas, sus primeras filastrocche, coplas y retahílas ligadas a la poesía popular italiana. De estos textos surgieron sus primeros libros para niños: Il Libro delle Filastrocche (El libro de las retahílas, 1950) y el Romanzo di Cipollino (Las aventuras de Cipollino, 1951).

"Un día, el director del diario decidió dedicar una página dominical a los niños. Yo era el único que había sido, años atrás, maestro de escuela y éste fue el motivo que sugería mi elección. También tenía cierta predisposición por los fragmentos brillantes de fantasía y humor. Empecé a publicar semanalmente retahílas y cuentos cortos en los que reencontraba mi gusto juvenil por los surrealistas franceses que había leído en la biblioteca siendo estudiante. (....) No era un trabajo de despacho, sino en contacto directo con los lectores, los niños y sus familias. No llegué, pues, a los niños por el camino de la literatura, sino por el camino del periodismo (...) En 1950 fui prácticamente obligado, aunque no estaba totalmente convencido, a dirigir un semanario para niños y muchachos (...) En este período, una editorial me propuso publicar un pequeño volumen con retahílas y me propuso escribir un libro, una novela para más señas, sobre los personajes que había inventado para un libro diferente: Cipollino y Pomodoro. La idea me divirtió preparé un esquema (el esqueleto del cuento), me tomé un mes de vacaciones y me hospedé en casa de un campesino en tierras de Módena y en un mes, hice una primera redacción."

En los años 60, Rodari recorre las escuelas italianas "para contar historias y responder las preguntas de los niños. Porque siempre hay un niño que pregunta: ¿Cómo se inventan las historias?, pregunta que merece una respuesta honesta." (GDF:6)

Esta actividad, como lo explica Rodari en el "Prefacio", culminará en la reescritura y publicación de su libro Gramática la fantasía, en 1973.

"No representa —éste es el momento de precisarlo— ni la tentativa de fundar una ‘Fantástica’ en toda regla, lista para ser enseñada y estudiada en las escuelas como la geometría, ni tampoco una teoría completa de la imaginación y de la invención, para la cual se necesitaría otro aliento y alguien menos ignorante que yo. No es tampoco un ‘ensayo’. No sé muy claramente qué es. Se habla aquí de algunas formas de inventar historias para niños y de cómo ayudarles a inventarlas ellos solos: pero ¿quién sabe cuántas otras formas se podrían encontrar y describir? Trata sólo de la invención por medio de palabras y apenas sugiere, sin profundizar, que estas técnicas podrían ser fácilmente adaptadas a otros lenguajes (...)"
"Yo espero que estas páginas puedan ser igualmente útiles a quien cree en la necesidad de que la imaginación ocupe un lugar en la educación; a quien tiene confianza en la creatividad infantil; a quien conoce el valor de liberación que puede tener la palabra." (GDF:8)

A través del contacto directo con los niños Gianni Rodari observa y toma apuntes, intentando desentrañar los procedimientos del arte de crear historias. El binomio fantástico, el extrañamiento, el "qué pasaría sí", la construcción de adivinanzas, la parodia y mezcla de fábulas... de este modo los niños juegan con las palabras y crean nuevos mundos, desarrollan su capacidad de imaginación, comprenden y actúan sobre la realidad.

"La presente ‘gramática de la fantasía’ —éste me parece el momento para aclararlo definitivamente— no es ni una teoría de la imaginación infantil (bueno sería), ni una colección de recetas, un Artusi de las historias, sino, creo, una propuesta para poner junto a cuantas tiendan a enriquecer de estímulos el ambiente (casa o escuela, no importa) en el que crece el niño". (GDF:161-162)

En 1970 Gianni Rodari recibe el mayor galardón internacional para un escritor de literatura destinada a los niños, el Premio Hans Christian Andersen.

Marc Soriano dirá de él en su guía (1999):
"Comienza a escribir en 1950 y se impone rápidamente como el mejor escritor para niños. En cierto sentido, su inspiración es muy clásica, ligada a la corriente de la poesía popular italiana (las filastrocche, el equivalente de las coplas y retahílas). Pero lo que Rodari retiene fundamentalmente de la tradición es su aspecto revolucionario; en efecto, su arte sigue abierto a las preocupaciones más actuales de los jóvenes de hoy, tanto en la forma como en el contenido. Obras comprometidas, a menudo militantes, que se esfuerzan por desmitificar los ídolos de la sociedad de consumo, pero que, al mismo tiempo, se caracterizan por una fantasía y por una invención perpetuas."

"El fantástico de Rodari jamás es gratuito y se asemeja bastante a la anticipación. Su tono, tan espontáneo, recuerda mucho el de los improvisadores y narradores dotados; y llaman la atención su humor, a la vez tierno y grave, y su lenguaje personal y pintoresco, repleto de juegos de palabras y de hallazgos expresivos."

Gianni Rodari murió en Roma el 14 de abril de 1980.

CUENTO: CAPERUCITA ROJA Autor: Gianni Rodari (adaptación)


—Érase una vez una niña que se llamaba Caperucita Amarilla.

—¡No Roja!

—¡AH!, sí, Caperucita Roja. Su mamá la llamó y le dijo: "Escucha Caperucita Verde..."

—¡Que no, Roja!

—¡AH!, sí, Roja. "Ve a casa de tía Diomira a llevarle esta piel de patata."

—No: "Ve a casa de la abuelita a llevarle este pastel".

—Bien. La niña se fue al bosque y se encontró a una jirafa.

—¡Qué lío! Se encontró al lobo, no a una jirafa.

—Y el lobo le preguntó: "¿Cuántas son seis por ocho?"

—¡Qué va! El lobo le preguntó: "¿Adónde vas?".

—Tienes razón. Y Caperucita Negra respondió...

—¡Era Caperucita Roja, Roja, Roja!

—Sí y respondió: "Voy al mercado a comprar salsa de tomate".

—¡Qué va!: "Voy a casa de la abuelita, que está enferma, pero no recuerdo el camino".

—Exacto. Y el caballo dijo...

—¿Qué caballo? Era un lobo.

—Seguro. Y dijo: "Toma el tranvía número setenta y cinco, baja en la plaza de la Catedral, tuerce a la derecha, y encontrarás tres peldaños y una moneda en el suelo; deja los tres peldaños, recoge la moneda y cómprate un chicle".

—Tú no sabes explicar cuentos en absoluto, abuelo. Los enredas todos. Pero no importa, ¿me compras un chicle?

—Bueno: toma la moneda.

Y el abuelo siguió leyendo el periódico.




   
FIN








miércoles, 6 de abril de 2022

Cuento: INSTRUCCIONES PARA ENCONTRAR EL AMOR Autora: Liliana Cinetto



Le habían dicho que el amor era azul y redondo, como la octava luna de Neptuno. Que la voz con la que habla el amor parece hecha de suspiros y nubes rosadas. Que el amor solo puede encontrarse durante el invierno. Y que, a veces, el amor se enreda en la mirada y se queda allí para siempre. Incluso le habían dado instrucciones precisas para encontrar el amor verdadero:

Lavarse los dientes con polvo cósmico durante los eclipses. (El mal aliento es un repelente definitivo contra el amor).

Utilizar el radar ultrasónico de los ojos para detectar las ondas amorosas, que se confunden fácilmente con vibraciones interplanetarias, terremotos y accesos de tos.

Girar las antenas hacia la izquierda en forma continua.

Estornudar cuatro veces saltando con el pie derecho.

Tirarse de las orejas hacia arriba y hacia abajo.

Rascarse el ombligo.

(Los últimos cuatro pasos son indispensables en el ritual de seducción).

Es que, en el asteroide XP3245, eran muy organizados y rigurosos. No podían perder tiempo en cosas sin importancia. Tenían instrucciones claras para todo: instrucciones para tomar sopa sin hacer ruido, instrucciones para dormir y no tener pesadillas, instrucciones para divertirse los fines de semana, instrucciones para rascarse la espalda...




Por eso, los miembros del gobierno se habían tomado el trabajo de explicarles a los diez millones trescientos cuarenta y dos mil setecientos catorce habitantes del asteroide cómo era el amor y cuál era la única forma de reconocerlo. Si se seguían paso a paso las instrucciones, no existía ninguna posibilidad de equivocarse y sufrir las angustias de un amor no correspondido.

Pero él no encontraba el amor. Lo había buscado en cada cráter polvoriento, en los anillos impecables de Saturno, en el sol distante que entibia el horizonte, en las huellas esféricas que dejan sobre la arena las lluvias de meteoritos y en los círculos concéntricos que se forman en el agua cuando uno arroja una piedra. Lo había buscado en la bruma que dibuja figuras en el aire azulado, en el fondo de los antiguos mares donde la nostalgia todavía es azul, en la cabellera encendida de los cometas donde el fuego se olvida del rojo y del amarillo, y en el cielo, entre millones de estrellas temblorosas. Pero el amor no aparecía.

Sin embargo, él no estaba dispuesto a resignarse así como así. Iba a encontrar el amor aunque tuviera que recorrer todas las galaxias. Por eso se lavaba los dientes hasta que brillaban, como soles diminutos. No había nadie en el asteroide capaz de hacer girar las antenas hacia la izquierda como él. Le ardían los ojos porque conectaba su radar ultrasónico todo el tiempo. Sus estornudos se oían hasta Mercurio. Se había tirado tanto de las orejas que se había alargado hasta el cuello y tenía la piel del ombligo áspera de tanto rascarse. Por supuesto, todo esto lo hacía en los infinitos inviernos, porque el frío era tan blanco que era fácil distinguir el menor destello azulino, signo inequívoco de que el amor se acercaba. Pero a él no se le acercaba nada ni nadie. Mientras sus compañeros paseaban por el asteroide con sus amores azules y redondos en la mano, él se quedaba en el sitio más triste de todo el universo, que es la soledad. Con la vista perdida en el espacio, esperaba el amor que le hablara con una voz hecha de suspiros y nubes rosadas, que se le enredara en la mirada y se quedara allí para siempre.



Llegó la primavera con su breve tibieza, y él, desolado, archivó en un rincón del olvido las instrucciones para descubrir el amor.

Fue entonces cuando la conoció. Ella pasó frente a él como una estrella fugaz, dejando a su paso una estela de chispas amarillas, rojas, verdes, anaranjadas y violetas. Él ni siquiera se había lavado los dientes ese día y, aunque no podía dejar de mirarla, no logró activar el radar ultrasónico de sus ojos, porque el corazón le latía a la velocidad de la luz y causaba interferencias.

Sin saber por qué, se le acercó y trató de repetir los cuatro pasos del ritual de la seducción. Pero las antenas le temblaban de los nervios y no le salía ni un solo estornudo. Además, le ardían las orejas coloradas por la vergüenza y ya no recordaba las instrucciones ni dónde tenía el ombligo. Lo único que sabía era que no quería perderla. Así que empezó a improvisar, a hacer aquello que sentía y que no se mencionaba en ninguna parte de las instrucciones. La invitó a ver cómo se dormía el sol sobre el horizonte del atardecer, le mostró los dibujos caprichosos de las constelaciones sobre el telón oscuro de la noche, inventó mil sonrisas diferentes solo para ella y le acarició las antenas con una nueva ternura, una ternura única e irrepetible, recién estrenada. No le importaba que ella pensara que era un tonto. Solo quería decirle que la amaba, aunque su amor no fuera redondo ni azul.

Pero ella no pensó que era un tonto. Le demostró que el amor puede tener muchas formas y colores, todos los que uno quiera darle, y le habló con una voz especial, que a veces estaba llena de suspiros y de nubes rosadas, y otras veces simplemente hacía cosquillas con cada palabra o iluminaba la densa oscuridad.

Por supuesto, el Organismo Oficial de Aprobación del Amor del asteroide XP3245 rechazó por unanimidad este amor que no obedecía los parámetros estipulados en las instrucciones. Se les ordenó que recapacitaran y se olvidaran de semejantes tonterías.

Pero el amor es desobediente y nunca quiere entrar en razón.

Por eso ellos ignoraron las órdenes y las instrucciones (excepto, claro, la de lavarse los dientes todos los días). Y se fueron dejando a su paso una estela multicolor, como un arco iris, como una sonrisa luminosa. Se fueron muy lejos, a ese sitio que solamente conocen aquellos a los que el amor se les enreda para siempre en la mirada.



FIN

Cuentos de amor, locura y suerte
Liliana Cinetto
Colección ALA DELTA VERDE
DE 10 a 12 AÑOS
EDELVIVES

Poesía: PROBLEMAS EN EL ROPERO Autora: Liliana Cinetto

 Libro: Problemas en el ropero… y otros versos diversos / Autora: Liliana Cinetto / Ilustradora: Mima Castro / 48 páginas. Edelvives, Serie Ala Delta Azul. (De 8 a 10 años)


Risas y más risas en cada verso

Polillas invasoras, ombligos paseanderos, tijeras traviesas que hacen de las suyas por cada lugar que pasan, frutas bailarinas y monstruos peludos que pretenden devorarse a las princesas son algunos de los temas con los que Liliana Cinetto nos sumerge en el humor y la poesía.

Contenido:
-Problemas en el ropero
-El ombligo paseandero
-El fantasma enfermo
-El viaje del sapo
-Las travesuras de la tijera
-La escuela de los gatos
-Algo pasa en esta casa
-El estornudo
-La escuela del pantano
-Mambo de las frutas
-El cumpleaños del oso
-El ciempiés descalzo
-El sapo con zapatillas
-Discusión en el desayuno
-El supermercado
-El monstruo y la princesa

Información temática:
Género: Poesía
Temática: Humor
Categoría: Colección literaria
Área de conocimiento: Lengua y Literatura
Valores: Creatividad, imaginación, iniciativa personal / Sentido del humor





Sucedió algo muy extraño
hace muchos, muchos años
pues, de pronto, una mañana
en un vestido de lana
que vivía en un ropero…
¡apareció un agujero!
Lloraba desesperado
el vestido agujereado
mientras le daban consuelo
desde un cajón los pañuelos.
Acusaba a la tijera
que todo lo cortajea
un viejo par de zoquetes
sumamente meteretes.
Pero un pijama le dijo:
—Ella corta muy prolijo.
Criticaban los dos guantes:
—Roperos eran los de antes.
Preocupadas varias medias
que estaban bastante serias
pedían al pantalón que
busque una explicación.
Este retó a la camisa
que estaba muerta de risa
y pidió ayuda al tapado
colgado del otro lado.
Pero el saco entrometido
interrogó a los testigos:
—No sé, yo estaba de viaje,
explicaba serio un traje.
—Yo fui a pasear un buen rato,
se defendía un zapato.
—Yo le pido mil excusas,
se disculpaba una blusa,
pero me estoy arrugando
de tanto que estoy pensando.
Pudo haber sido cualquiera
sospechaban las remeras,
le contestó de mal modo
ofendido el sobretodo.
La corbata proponía:
—Llamen a la policía.
Como todos discutían
la bufanda se aburría.
Buscaron intensamente
hasta que por accidente
dentro de una zapatilla
hallaron a una polilla.
Se entregó sin resistencia
pero pedía clemencia,
pues estaba allí escondida
realmente arrepentida.
Confesó ser la culpable
porque estaba muerta de hambre
y aunque al fin la perdonaron
de ese ropero la echaron.


Liliana Cinetto.

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